En el famoso pueblo de Santo Domingo de Silos, donde encontramos una abadía Románica habitada desde hace más de 1000 años por los monjes benedictinos, que 7 veces al día rezan en gregoriano.
A 50 metros de la abadía está este maravilloso hotelito de fachada barroca con unas 15 o 20 habitaciones, de las cuales 3 dan a la placita en la que se encuentra el hotel. Las habitaciones a las que se accede por una bonita escalera de madera, estan muy bien equipadas y son muy cómodas.
Una de las mejores sopas que he comido en muchos años es la sopa castellana que sirven con tan exquisito y caluroso trato en el restaurante del hotel. En este sentido, el trato es muy muy caluroso.
Obligatoria es la visita a la abadia de clausura, a la cual se accede por la tienda de souvenirs de la misma, y donde podemos escuchar canto gregoriano. Hay un límite de personas que pueden presenciar las oraciones, en las que, almenos durante la que yo presencié, se quedó dormido la mitad del público visitante. No es que sea aburridas, sinó que transmiten mucha paz.
Es muy interesante el desfiladero de la Yecla que es una de las maravillas que nos ofrece la naturaleza en el entorno de Santo Domingo de Silos. La erosión del arroyo del cauce ha horadado una inmensa mole de roca caliza, creando un corte vertical de ochenta metros de profundidad, y apenas dos metros de anchura, por las que vale la pena caminar y hacerse unas fotos.
Volveria sin duda alguna, me encantó todo.
