Se trata de un hotel 5 estrellas gran lujo situado en la sierra de Collserola, justo debajo del parque del Tibidabo. Las habitaciones son muy confortables y con todo lujo de detalles, aunque para ser objetivo he de decir que en una ocasión me adjudicaron una en la primera planta con vistas al parking que era tremendamente pequeña. Sin embargo en otras ocasiones he tenido buenas habitaciones. Las instalaciones del hotel són modernas y amplias: Un lobby bar con comodos sofas, una piscina exterior interior de acero inoxidable situada en la terraza, muy agradable y con vistas sobre Barcelona. Añadir el wellness compuesto de un jacuzzy en la zona interior de la piscina, un baño turco y sauna en la zona del vestuario, donde se ofrece agua y fruta gratuitamente. En esta area disponen de servicio de masajes y un pequeño gimnasio ( suficiente para la cantidad de usuarios que lo frecuentan) con sus pantallas de plasma. El restaurante es agradable sobretodo en verano, pues se disfruta de una excelente vista sobre la ciudad condal, pero siempre que he estado hace frio y necesitas un jersey. El menú degustación para 2 personas a 100 euros cada uno ( no lo vale ...pero pasa ) vino aparte. Al terminar la cena, separado por unas macetas accedes a la zona de la piscina, que de noche es un bar de copas exterior( en verano )
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